JAIME DE LOS SANTOS
Una historia sobre el amor no sentido, no expresado, nuncavivido
«Así era. Así es. Ocupamos roles por elsimple hecho de ser como somos y no por quien en verdad nos sentimos.Todo está organizado para que, cada uno, nos mantengamos fieles a loque de nosotros se espera; a lo que, porque sí, decidieron unoshombres. Siempre hombres. Hombres con miedo al color. Que visten deoscuro para esconder sus cinturas, para ocultar sus ideas. Que borranlas señales de su carne y solo dejan que, sobre el pecho, luzcan lossímbolos de su fe colgando de una cadena o de un trozo de cuerda.Hombres que nos imponen ligaduras que provienen de algún lugarindefinido entre su cabeza y su hiel, allí donde arraigan la fatiga yla vergüenza, la duda y el desamor». Esta voz, llena de verdad, quehabla sin tapujos, con tristeza, de la educación represora de laposguerra, pertenece a Elvira, la narradora y protagonista de estanovela, pura poesía en prosa. Que a sus muchos años se confiesa. Y seculpa. Porque, a pesar de sus deseos y sus amores, acabó formandoparte de los que miran sin comprender, aterrados por convertirse