En nuestravida cotidiana, preferimos lacomodidad de la convicción a la incomodidad de la duda y preferimosescuchar las opiniones que nos hacen sentir bien a las ideas que nosobligan a reflexionar.
Vemos el desacuerdo como una amenaza personal, en lugar de una oportunidad para aprender, y nos rodeamos de gente con la queestamos de acuerdo, cuando deberíamos acercarnos a quienes ponen enduda nuestras certezas. Pensamos como predicadores que defiendencreencias sagradas o como políticos en campaña que buscan laaprobación de los demás, pero no como científicos en busca de laverdad.
Este libro tratadel valor de reconsiderar las cosas. Muchasveces, consideramos que la inteligencia es la capacidad de pensar yaprender. Pero en un mundo tan cambiante como el actual hayhabilidades cognitivas más importantes: la capacidad de repensar y dedesaprender.
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